Jefe de Estado celebra el Día de la Chinita exaltando el fervor del pueblo zuliano


El presidente de la República, Nicolás Maduro expresó con mucha alegría y fe su fervor por la patrona del pueblo zuliano, celebración que paraliza la ciudad marabina cada 18 de noviembre
Maduro: Solo tú sabes cuánto te amo y te venero ¡Acompáñame siempre, Chinita!

Prensa MPP- Despacho (Cindy Díaz/ 18.11.2021).- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, celebra este jueves el Día de la Chinita, patrona del pueblo zuliano.

"Con gran alegría y fe en mi corazón, celebro el día de mi protectora, la Virgen de Chiquinquirá. Madre, solo tú sabes cuánto te amo y te venero, guías mi camino y me das la fortaleza para continuar luchando por el bienestar de nuestro pueblo. ¡Acompáñame siempre, Chinita!", escribió el Jefe de Estado en su cuenta en la red social Twitter.

La ciudad de Maracaibo, mejor conocida como la Tierra del Sol Amada tradicionalmente se paraliza cada 18 de noviembre para rendir tributo de amor y devoción a la patrona de los zulianos, la Virgen María del Rosario de Chiquinquirá la "Chinita".

Este 2021 se celebran 312 años de la renovación mariana en ocasión del año de San José patrono de las familias y de la Iglesia Universal. El lema de este año es "Familia Chiquinquireña: santuario viviente de alegría, amor y humildad".

La historia cuenta que la devoción del pueblo zuliano surgió en el año 1709, una humilde lavandera de nombre María Cárdenas, encontró una pequeña tablita a sus orillas del Lago de Maracaibo; la recogió y llevó a su casa, donde la utilizó como tapa de una tinaja de agua. Existe la creencia de que esta tablita pudo haber caído de algún barco que surcaba nuestras aguas. El 18 de noviembre, cuando la mujer estaba colando café, se percató que en la tablita había una Virgen, por lo que la colocó colgada en la pared.

Luego de un rato escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamando. Se acercó para ver lo que sucedía y quedó asombrada ante el brillo que emanaba la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Tras la conmoción gritó ¡Milagro! ¡Milagro! Los vecinos acudieron a la casa de la señora y corroboraron la existencia de la sagrada imagen.

Lo acontecido en casa de aquella humilde lavandera, las autoridades decidieron realizar una procesión en honor a la Chinita. Cuenta la leyenda, que la Virgen era llevada en los hombros del pueblo, pero la imagen se puso tan pesada que impidió seguir moviéndola.

Finalmente, después de muchos ruegos al cielo y súplicas, uno de los presentes exclamó: "Tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz y prefiera la de San Juan de Dios". Entonces la procesión cambió su rumbo hacia la iglesia de la gente humilde de la ciudad y la imagen recuperó su peso normal. Es por esto que, desde ese día la querida Chinita, protege desde su templo, hoy consagrado como basílica, al pueblo zuliano.

Foto: @NicolasMaduro



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