Prensa Mppdpsgg (Ingrid Carvajal/ 01.05.18).- El embajador de Venezuela ante la OEA, Samuel Moncada, protestó y desestimó la convocatoria realizada este lunes 30 de abril, sin anuencia ni consentimiento de alguna autoridad venezolana para discutir los asuntos de Venezuela, además, consideró que al igual que en 2017 se intenta desde el foro internacional una ola desestabilizadora que usa como motivo la vulnerabilidad de la sociedad, siendo que otros países presentan diversidad de fragilidades.

"Lo que se está cometiendo acá es un abuso, una operación política y psicológica que está preparando el terreno a la próxima visita del vicepresidente de los Estados Unidos, porque incluso está hecho en un formato sin micrófono que impide a la República Bolivariana de Venezuela responder y replicar cuando sea agredida, como tiene derecho un país en un foro multilateral donde los Estados son iguales", expresó el diplomático venezolano.

Consideró el embajador venezolano que el plan del secretario general de la OEA, Luis Almagro, forma parte de una campaña que pretende continuar hasta el desconocimiento de los resultados electorales el 20 de mayo. "Quieren llevarlo hasta la Asamblea General, la primera semana de junio en la OEA, aquí en Washington donde se quieren plantear lo que llaman sanciones, aunque el nombre correcto es agresiones y crímenes contra el derecho internacional, medidas coercitivas unilaterales, contra la voluntad del pueblo venezolano".

Moncada refirió dos artículos de la Carta Fundamental de la OEA; el artículo 19 menciona: 2ningún Estado o grupos de estados tiene derecho de intervenir directa o indirectamente sea cual fuere los motivos en los asuntos internos o externos de cualquier otro, el principio interior incluye las fuerzas armadas o cualquier forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del estado de los elementos políticos, económicos o culturales que lo constituyen".

Mientras el artículo 20, señala: "Ningún Estado podrá aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de estas ventajas de cualquier naturaleza".

La claridad de sendos artículos permite al representante diplomático venezolano ante la OEA declarar: "Desde ahora no reconocemos nada de lo que ocurra de aquí en adelante, como un acto que tenga alguna validez o relevancia para el estado y la nación venezolana".

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