Prensa Mppdpsgg (Ingrid Carvajal/ 01.05.18).- Este martes primero de mayo, se cumple el primer aniversario de la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente. El primer presidente obrero y chavista, Nicolás Maduro marcó un hito en la historia nacional al realizar un anuncio que cambió el rumbo de Venezuela: invocó al poder constituyente originario para que el pueblo en un proceso popular convocara a una Asamblea Nacional Constituyente, ante la decisión de factores de la oposición venezolana de optar por espacios antidemocráticos, al escoger el camino de la violencia y la intervención extranjera impulsando, sistemáticamente, la amenaza de golpe de Estado, invasión o guerra civil.

Ese día los trabajadores y trabajadoras celebraron su día con una contundente y masiva concentración en Caracas, al movilizarse desde todos los rincones del área Metropolitana hacia la principal arteria vial, que solo la Revolución Bolivariana ha podido llenar de punta a punta: la avenida Bolívar. Desde allí ratificaron su compromiso con la consolidación del proceso transformador iniciado por el Comandante Supremo Hugo Chávez, y que Nicolás Maduro continuó, con suma lealtad.

El jefe de Estado, ante la multitudinaria marea roja de bolivarianos, señaló: "Hoy 1° de mayo anuncio que en uso de mis atribuciones presidenciales como jefe de Estado constitucional de acuerdo al artículo 347, convoco al poder constituyente originario para que la clase obrera y el pueblo en un proceso popular constituyente convoque una Asamblea Nacional Constituyente. Convoco al poder constituyente originario del pueblo, es la hora, es el camino, no nos dejaron más alternativa".

El Presidente constitucional invitó a un gran diálogo nacional en todos los sectores del país para garantizar la paz, perfeccionar el sistema económico, social y político del pueblo, al tiempo que adelantó algunos aspectos de los nueve objetivos programáticos de la ANC y la organización social y territorial.

La movilización fue contundente en todo el país, el pueblo manifestó su disposición al debate y la participación, aunque también el rechazo contundente a la violencia política impuesta por el Imperio de los Estados Unidos y la oligarquía apátrida quienes pretendían interrumpir la Revolución Bolivariana construida por el Comandante Supremo Hugo Chávez y que heredó como legado el presidente obrero, Nicolás Maduro.

Acciones terroristas dejaron a su paso 112 fallecidos

Entre los meses de abril y julio de 2017 se desataron acciones terroristas en las principales capitales de estado de Venezuela, quienes financiados por partidos de la ultraderecha provocaron del primero de abril de 2017 al 6 de julio del mismo año, 112 víctimas fatales, de ellos: 31% hacían parte activa de manifestaciones contra el Gobierno; 69% no eran parte activa de las manifestaciones, además, se registraron tres casos de víctimas fallecidas quemadas vivas; otro muerto por linchamiento, una fallecida por objeto contundente, tres asesinados por tendencia política, seis funcionarios del seguridad del estado fallecidos, cuatro muertos por sicariato, todos líderes estudiantiles o militantes chavistas; 13 murieron en barricadas; 8 durante saqueos y 21 víctimas fallecidas que no manifestaban contra el Gobierno, según revela la interesante investigación periodística realizada por el MINCI, titulado Víctimas fatales de la violencia política en Venezuela (abril-julio 2017).

En un discurso histórico, el presidente Nicolás Maduro, desde el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, en Caracas, firmó la noche del primero de mayo el Decreto de Convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, en el cual resumió los múltiples esfuerzos realizados por el Gobierno Bolivariano, desde que asumió la presidencia en 2013, para alcanzar la paz, el desarrollo socio-político, económico, la justicia y el respeto por la soberanía e independencia de Venezuela.

En ese escenario rubricó el Decreto Nº 2.831, de creación de la Comisión Presidencial para la Convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, encabezada por Elías Jaua, Adán Chávez, Cilia Flores, Delcy Rodríguez, María Iris Varela, Isaías Rodríguez, Francisco Ameliach, Enrique Muños, Elvis Amoroso, Hermann Escarrá, Noelí Pocaterra, Earle Herrera y Remigio Ceballos.

El estadista venezolano supo leer el momento histórico por el cual atravesaba la nación y reconoció que aunque los extremistas apátridas no habían podido incendiar el país, habían hecho mucho daño al pueblo venezolano.

"Tres factores han acelerado esto. Uno la llegada de extremistas al poder en los Estados Unidos y la orden de llenar de violencia y caos para intervenir Venezuela o dar un golpe de Estado, creen ellos que pueden darlo", señalaba el Mandatario nacional, a través de una alocución de radio y televisión al país, al tiempo que continuó: "El primer factor el geopolítico; el segundo, una emboscada para detener la recuperación económica", que se traduce en la actual guerra inclemente y directa al pueblo, al limitar la adquisición de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad.

"La tercera razón, es eminentemente política. Se ha experimentado una recuperación muy importante (?) Quieren emboscar y detener el crecimiento y la recuperación legítima", señaló.

Hace un año el presidente conductor de victorias, Nicolás Maduro, abrió las compuertas a la historia, a la paz y a la juventud, e inició el certero golpe para diezmar a los grupos de oposición, sus líderes e instituciones nacionales e internacionales, quienes fueron bruscamente derrotados el 30 de julio, cuando en una contundente demostración de democracia más de ocho millones de venezolanos acudieron a las urnas y votaron por la elección de 545 constituyentes entre ellos, pensionados, trabajadores, campesinos y pescadores, empresarios, indígenas, personas con discapacidad, jóvenes, y voceros de comunas y Misiones Sociales.

En 2018 la historia se dirige a repetirse, las elecciones presidenciales están previstas para el 20 de mayo, el presidente protector Nicolás Maduro se mantiene leal a su pueblo; pese a la inaudita guerra económica impuesta por los Estados Unidos y sus acólitos gobernantes de varios países latinoamericanos, el pueblo venezolano nuevamente plena las calles de Caracas en un claro anuncio de victoria bolivariana, revolucionaria y chavista.

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