10Nov1813 Derrota del ejército en la Batalla de Tierrita Blanca produjo el nacimiento de un batallón legendario


El brigadier Rafael Urdaneta nos legó en sus Memorias el testimonio de la Batalla de Tierrita Blanca
En la batalla de Tierrita Blanca el ejército republicano empleó piezas de artillería

Prensa MPP- Despacho (Ricardo Antequera/ 10.11.21).- Culminada la Campaña Admirable, El Libertador Simón Bolívar permaneció en la ciudad de Caracas para ejercer el Gobierno. Sin embargo la estabilidad en el país estaba muy distante de ser alcanzada, la existencia de muchas guerrillas realistas ponían en jaque a la República. Bolívar se vio obligado a salir de nuevo en campaña para enfrentar al enemigo. La fuerza republicana estaba integrada por las tropas del brigadier Rafael Urdaneta, el coronel Vicente Campo Elías, y el cuerpo de ejército al mando del Libertador.

El ejército realista se había reagrupado al mando del general José Ceballos, y venía marchando desde Coro hacia la ciudad de Barquisimeto. A su encuentro partieron los patriotas para contener el avance del enemigo. Recordemos que las fuerzas realistas que derrocaron a la República por primera vez, provenían de la Provincia de Coro, y bastantes desgracias habían producido asolando el territorio de la patria.

El 10 de noviembre de 1813 el ejército realista estaba emplazado en las afueras de la ciudad de Barquisimeto, en un punto específico conocido como Tierrita Blanca, en el corredor que conduce de Cabudare al pueblo de Santa Rosa hacia Barquisimeto. Tenían la ventaja de dominar el terreno, y desplegaron un dispositivo defensivo emplazando los batallones de infantería, y las baterías de la artillería en una loma que era protegida por profundos barrancos, dejando la caballería en la retaguardia como escalón de seguridad. El Libertador tomó la decisión de atacar al ejército enemigo sin esperar la llegada de la fuerza de caballería del escuadrón de Soberbios Dragones de Caracas, que comandaba el impertérrito coronel Luis María Rivas Dávila.

El general Rafael Urdaneta nos dice en sus Memorias que la infantería estaba integrada por 1.200 hombres, formada por los batallones Aragua, Caracas y Agricultores. El dispositivo patriota se dividió en tres cuerpos, mandando el ala derecha el coronel Florencio Palacios, el centro al mando del teniente coronel José Rodríguez, y el ala izquierda estaba al mando del coronel Ducaylá, la batería de dos piezas de artillería estaban dirigidas por el subteniente Mancebo. La batalla de Tierrita Blanca fue una de las pocas acciones de la guerra donde el ejército republicano empleó piezas de artillería en apoyo a las maniobras.

La caballería patriota no superaba los 200 efectivos, estaba formada por los piquetes de Ospino, Guanare, Barinas y agricultores de Caracas. Nos señala el general Urdaneta que los realistas eran superiores a los patriotas en todo. Cuando se abrieron los fuegos se ordenó cargar con la caballería sobre los realistas logrando expulsarla del campo y obligándola a retirarse en derrota hasta el extremo opuesto de la ciudad. ?Pero por una desgracia, cuyo origen no está averiguado, empeñado ya el combate entre las infanterías, con ventaja de la patriota, se oyó inesperadamente el toque de retirada. Los cuerpos fueron envueltos al intentarla y ni los esfuerzos heroicos de Bolívar, Urdaneta y los demás Jefes fueron bastantes para detener en su fuga a los soldados, ya desordenados, que para huir tiraron los fusiles. La caballería que como se había dicho iba victoriosa, volvió sobre el campo, y sorprendida de ver la derrota de la infantería siguió el movimiento de ésta, también en desorden hacia el camino por donde había entrado: salvando a los patriotas de la persecución del enemigo, ya rehecho, la oportuna llegada al río Cabudare del escuadrón de soberbios Dragones de Caracas mandado por Luis María Rivas Dávila, venezolano, los cuales contuvieron al enemigo y de allí en adelante cubrieron la retirada, en la que no fueron los patriotas molestados.?

El general Urdaneta nos narra que después de la batalla de Tierrita Blanca, y terminando la maniobra de repliegue ?"se formó un cuerpo de todos los restos de la infantería batida en Barquisimeto, que perteneciendo por tanto a diferentes cuerpos, no se le dio nombre especial, y cuando llegó Bolívar determinó que no lo tuviese hasta que lo ganase en el campo de batalla".

Este es el origen de la leyenda del Batallón Sin Nombre, reprendido por Bolívar no solo por la derrota, sino también por haber perdido la infantería sus banderas y estandartes en la huida vergonzosa. No todas las batallas y combates durante nuestra gesta magna resultaron victoriosas para las armas de la República, aunque la Batalla de Tierrita Blanca dejó un precedente para la disciplina y la moral de las tropas republicanas.

Ese Batallón Sin Nombre, recobraría su honor en la Batalla de Araure el 5 de diciembre de ese mismo año de 1813. En aquella gloriosa jornada ese batallón al mando del coronel Florencio Palacios tomaría revancha de la afrenta sufrida en Tierrita Blanca, despojando al famoso Batallón Numancia de su bandera, su archivo, y su parque. Por esa gallarda conducta, El Libertador los bautizó en el mismo campo de Batalla, como el Batallón Vencedores de Araure, aunque de esa historia hablaremos en su oportunidad en la fecha correspondiente.

Foto: Retrato del general Rafael Urdaneta, óleo de Tito Salas, 1945, Despacho del Presidente, Palacio de Miraflores

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