RESTAURACIÓN DE UNA VIDA SUMIDA EN LAS DROGAS


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Caracas, 21 de octubre de 2019-. (Prensa MPV-.Ludy Cepeda)-. Este es un testimonio de una vida restaurada por el amor y el poder de Dios. Un ser humano, el cual ha hallado la gracia, el apoyo moral, físico y financiero del Movimiento por la Paz y la Vida, a través del Secretario Ejecutivo del Despacho de la Presidencia, Alexander Vargas.
Zuleima Ávila Palacio, nació el 23 de septiembre del año 1966, en la Maternidad Concepción Palacios, localizada en la Avenida principal de San Martín, Parroquia San Juan en el Municipio Libertador del Distrito Capital, Caracas. Su madre es Josefina Palacio de Ávila y su padre, ya difunto, Ramón Ávila Palacio. Es la menor de cinco hermanos, 2 varones y 5 hembras. Tiene 53 años de edad, vive en Caracas, en el barrio los Manolos, cerca de la Av. Andrés Bello.
He aquí, una mujer que conoció el dolor, los vicios y la cárcel, es extrovertida, ágil, con una mirada ávida, y una voz contundente, tiene fluidez en la palabra, pero sobre todo, tiene mucha fe y deseos de vivir, para ayudar a rescatar a otras personas que se encuentran en un mundo de oscuridad, vicios e indigencia y donde aún no han podido encontrar la salida.
Cuenta la protagonista de ésta historia, que ella fue una niña criada en un ambiente donde había una buena relación entre sus padres. Se considera una atleta porque desde niña le gustaba toda clase de deportes. Estudió hasta segundo año de bachillerato en el Colegio Domingo Faustino Sarmiento.
Para Zuleima, todo lo malo comenzó cuando ella tenía 14 años. A esa edad sintió curiosidad por conocer las drogas, y se fumó su primer tabaco de marihuana y desde esa vez, quedó atrapada en el vicio. Luego comenzó con otros jóvenes a robar. Un día entraron en una bodega y fue atrapada por la policía, llevada detenida a una prefectura y al cabo de pocos días la soltaron.
Sin embargo ella continuó en el vicio y fechorías. Zuleima expresa con admiración: - Gracias a la misericordia de Dios, la única que quedó viva fui yo, porque los demás, toditos están muertos; y seguiré viva hasta que Cristo vuelva por mí -.
A la edad de 17 años, su padre abandonó el hogar y se fue con otra mujer, y aunque a ella eso no le afectó mucho, no en tanto sí les afectó a su madre y a sus hermanos, según cuenta ella. Durante su adolescencia, Zuleima continuó por el mal camino. Sin embargo, el 25 de noviembre de 1985 tuvo su primera y única hija, a la edad de 20 años, con la cual vivió junto a su familia.
El tiempo pasaba y cada vez Zuleima se encontraba más hundida en ese mundo de los vicios. A los 25 años cayó presa por robo y allí duró encerrada por algunos años, pero cuando ella sale de prisión ya su estado era bastante crítico. Esta mujer, golpeada severamente por su destino, cuenta su testimonio con un nudo en su garganta e irrumpe en llanto:
-37 años duré en la oscuridad de las tinieblas y de la vergüenza. No es llorar, lo que cuenta aquí, sino, es porque soy un testimonio de vida-. Continúa: - Yo no voy a culpar a nadie por la vida que llevé, yo estuve en las drogas porque así lo decidí, me dio la gana de escoger ese camino, y hoy en día me arrepiento, porque estuve casi toda mi vida en ese mundo de dolor, de maldad y densas tinieblas-.
Aún recuerda su experiencia más dolorosa:- yo vivía en el muro de piedra, donde me cayeron a palo, me partieron la pierna y el brazo izquierdo, me dieron siete puñaladas en la cara; me agarraron 42 puntos. Mira mis cicatrices aquí ? dice - Eso fue lo más doloroso en mi cuerpo físico -.
Continuas lágrimas corren por su rostro, y añade: - En ese momento yo corrí y me senté en mi muro de piedra y miré hacia el cielo y dije: ¡Dios mío¡ ¡ por qué tanto dolor¡ Zuleima rompe en llanto y comienza a hablar en lenguas espirituales, y exclama: - cuando se habla en el Espíritu, es así. El espíritu vive, Cristo vive y viene pronto, y yo le alabo. Jehová vive!
Agrega con mucha tristeza: - A mí me agarraron en la calle, me grabaron y me decían: - Miren la loca, me llamaban la diablito, yo llegué a un estado de conteiner, de la basura, de la indigencia. Quiero que comparen y vean lo que soy ahorita; alguien irreconocible-.
Con profundo dolor describe: - Yo he pasado por una gran oscuridad. Viví destruida totalmente hasta que un día me miré al espejo y dije: - Es hora de que le demuestres a Satanás quién tú eres -.
El tiempo decisivo fue el 20 de abril del año 2014, día en que Zuleima decide irse para la Casa Hogar llamada Mujeres con Valor, la cual está ubicada en Kempis, Guarenas, Guatire. Zuleima recuerda: - Yo fui sola, agarré mi maleta y dije: - me voy, en una desesperación, en un ataque de angustia y ansiedad, al verme en el espejo dije, no, esto no soy yo -.
Al llegar a la Casa Hogar, Zuleima fue recibida por la pastora Livi de Romero, y comienza Dios su trabajo de restauración y sanidad interior. Además, del centro de rehabilitación la enviaron a Sudiban, y allí le hicieron un trabajo completo de odontología, por parte del Gobierno Bolivariano. Permaneció en ese refugio durante 3 años, hasta que la Casa Hogar cerró sus puertas, por motivos económicos, y Zuleima regresa a su hogar, afortunadamente restaurada, libre del vicio de las drogas, y del mundo de maldad.
Zuleima es insertada nuevamente en la sociedad, cuando descubre la inauguración de la Gran Base de Paz del MPV, en Pinto Salinas. Ella se interesa en participar en las clases de Ritmo y Baile. Es recibida por parte de la Coordinadora Dusmarys Borjas, quien le brinda todo su afecto y apoyo. Toma el curso de Activista Físico, dictado hace unos meses en la GBMP de Quinta Crespo. Se gradúa, y obtiene su certificado por parte del Viceministro Alexander Vargas, quien además la ingresó a su nómina.
Actualmente es preparadora y entrenadora, da clases de Ritmo a un grupo de 12 personas, en la GBMP de Pinto Salinas.
Esta conmovedora historia de vida revela el poder de Dios, la humildad, el apoyo y beneficio que brinda el gobierno Bolivariano a través de la Fundación Movimiento por la Paz y la Vida. Zuleima es una mujer, rescatada de la muerte, la cual expresa su agradecimiento:
-Primeramente le doy bastante gracias a Dios por mi rehabilitación espiritual, por haberme sacado de la oscuridad, de las tinieblas, me liberó a través del Espíritu Santo, que viene siendo Jesucristo. Le doy la gloria a él, porque cuando uno no quiere una carga, Dios revienta toda cadena del pasado -.
- Por otra parte, le doy gracias al Movimiento por la Paz y la Vida, porque me ha dado la oportunidad de expresar mi talento, mi fuerza y poder como atleta, como deportista. Mi reconocimiento al presidente Nicolás Maduro, al viceministro Alexander Vargas, a la coordinadora Dusmarys Borjas; gracias por todo su apoyo.
- Me siento muy bien, espiritual y físicamente; ya soy parte de este Movimiento, y quiero trabajar, ayudar a rescatar a otras personas que se encuentran en ese mundo de dolor y tinieblas, gente que piensa que no pueden salir de ese vil estado; yo les digo a todos ellos que se miren en mí, yo soy un testimonio vivo -.
-Le puse un mundo para estar aquí, ahorita soy instructora, tengo mi reconocimiento, Quiero decirle a esas personas que sufren atrapadas en los vicios; que hay una oportunidad para ellos, una oportunidad para sus vida, para ser lo que quieran ser y para hacer lo que quieran hacer -.
-Desde el MPV, estamos trabajando para ayudar rescatar por medio de la cultura y el deporte, a todos aquellos que dicen que no se puede salir del vicio, que no se puede salir de las drogas; bueno, déjame decirte que yo estuve treinta y siete años en las tinieblas, y de repente estuve peor que muchos, porque yo era ratera, era indigente. Ahora soy libre, gracias a la misericordia de Dios. Él me ha dado la fortaleza y la oportunidad de estar en este Movimiento por La Paz y la Vida -.
Zuleima describe su libertad: - me siento libre, por la responsabilidad que tengo en el MPV, libre porque te conozco, porque me estás entrevistando, porque estás tomando mi personalidad. Ese es el éxito que representa para mí éste día.
Finalmente, Zuleima hace un llamado: -Quiero decirle a todos aquellos que están en las tinieblas de maldad y de dolor: - Sí hay una oportunidad para ti, sí hay una salida de parte de Dios. Quiero que conozcan de dónde Dios me sacó. Satanás te dice:- no vas a poder, no te vas a levantar- pero yo soy un ejemplo, de que sí se puede, sé que muchos me van a reconocer, muchos se van a sorprender, van a decir ¡wuao! ¡Dios Sí que hace milagros!.

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