Parte II. Decadencia del Puntofijismo

Durante los gobiernos de Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, la depauperación de las mayorías (la pobreza se incrementó de 55.2% en 1988 a 67.2% en 1989), la inflación, la corrupción, el deterioro de los servicios públicos, la represión a todas las formas de disidencias (masacres de Cantaura y Yumare contra los restos de la guerrilla) y a los sectores populares (la recluta, las redadas, la Ley de Vagos y Maleantes y los brutales planes de seguridad de la Policía Metropolitana y la Guardia Nacional), el uso del control de cambio a través de RECADI como forma de chantaje político, la corrupción abierta con las ?partidas secretas? y el teatro decadente de figuras políticas como Lusinchi y su secretaria privada, Blanca Ibáñez, acabaron con la legitimidad del puntofijismo entre el pueblo y las clases medias.

La inflación y el acaparamiento

A medida que se agrava la crisis económica, los comerciantes recurrían cada vez más a prácticas de especulación y acaparamiento. Algunos productos como la leche en polvo desaparecían de los estantes durante semanas, y otros como el aceite, durante meses para luego reaparecer con los precios duplicados. Por otro lado, nuevas formas de protesta social venían ya dándose; tal es el caso del "Marzo Merideño", una masiva protestas estudiantil que sería modelo de muchas luchas sociales de base menos dependientes de los actores políticos del pasado: los partidos políticos y los gremios.

El segundo gobierno de CAP

Carlos Andrés Pérez inició su campaña de reelección presidencial tempranamente, con giras nacionales y una fuerte presencia en los medios, tratando de separarse de su partido, muy desprestigiado, y cuyo aparato apoyaba a su rival, Octavio Lepage. CAP llegó al poder ofreciendo un milagro económico y sobre las expectativas de restaurar la Venezuela Saudita, mediante una campaña que estaba basada solo en su carisma y las promesas de regreso al pasado. Su toma de posesión, fastuosa y exagerada, fue considerada una coronación.

Iniciado su gobierno las expectativas se vinieron abajo y tuvo el descenso de popularidad más grande que haya tenido un Presidente venezolano; esto se debió, a que lejos de continuar las políticas estatistas, clientelistas y derrochadoras de los 70?s, recibió un país con la moneda devaluada, el petróleo desvalorizado, y altamente endeudado (en parte debido a sus propias políticas).

Se rodeó de tecnócratas neoliberales y firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que rindió la política monetaria, fiscal y económica del país al capital financiero internacional.

El 16 de febrero de 1989, se anuncia un "Programa de Ajustes Macroeconómicos" o "Paquete Económico". Entre las medidas contempladas, la principal era la solicitud de un préstamo al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial por 4.500 millones de dólares en tres años. Este préstamo implicaba duras condiciones de parte de ambos organismos.

Fuente: Folleto Cuando el pueblo salió a la calle, comenzó la Revolución. MinCI