Prensa MPP-Despacho (Archivo Histórico de Miraflores/ 24.07.18).- El Libertador de Venezuela y de la Gran Colombia, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, nació en Caracas el 24 de julio de 1783 y falleció el 17 de diciembre de 1830.

Formado bajo el pensamiento de la ilustración por su maestro, Simón Rodríguez, en su juventud conoció la Francia revolucionaria durante sus viajes por Europa. Tras los sucesos del 19 de abril de 1810, se incorporó activamente la lucha por la independencia de Venezuela. Ese mismo año fue parte de la misión diplomática enviada por la Junta de Caracas para negociar el apoyo de la corona británica.

Tras la caída de la Primera República en 1812, Bolívar se trasladó hacia Cartagenas de Indias. Allí produce su primer documento público conocido como el Manifiesto de Cartagena, en el cual expone las causas de la pérdida de la Primera República. Con el apoyo de la Nueva Granada, Simón Bolívar se convirtió en un líder militar de primera línea. En 1813 dirigió la Campaña Admirable, desde Cúcuta hasta la entrada triunfal en Caracas, donde fue honrado con el título de Libertador.

En 1815, el Libertador se hallaba exiliado en Kingston donde redactó la Carta de Jamaica. En este documento explicó las causas que provocaron la caída de la Segunda República, e hizo un análisis de la realidad política sobre el destino que espera a una América libre del poder colonial español. Este documento fue, fundamentalmente, un proyecto político de emancipación de las nacientes repúblicas latinoamericanas, frente a las ambiciones imperialistas de los Estados Unidos y de las naciones europeas de llevar a esta región a una segunda neo colonización.

Para 1819 la región de Guayana se hallaba libre de a dominación realista. Allí Bolívar participó en la instalación del Congreso de Angostura, donde expuso el centralismo como modelo político que debía regir en la naciente república, y la consolidación de una nación soberana y republicana.

Asimismo, el Libertador destacó la importancia de la educación al señalar "Moral y luces son los polos de una república. Moral y luces son nuestras primeras necesidades", destacando con ello la importancia que tendría la educación en la construcción y el desarrollo de la nueva república al formar ciudadanos con alma, conciencia y patriotismo.

A principios del mes de enero de 1820 el Congreso de Angostura le confirió a Simón Bolívar el título de Libertador. Como presidente en campaña, condujo la administración pública y firmó los tratados de Armisticios y Regulación de Guerra con el jefe realista Pablo Morillo.

El Libertador pasó a las páginas de la historia como el máximo conductor de la revolución latinoamericana, por esa razón varias ciudades de Latinoamérica le rinden tributo colocándole su nombre a las principales plazas públicas e instituciones del Estado.

El mejor homenaje que debemos darle los latinoamericanos al libertador debe ser unirnos como un solo pueblo para mantenernos libres de toda dominación extranjera, dando así cumplimiento al último voto que pronunció Bolívar antes de morir: "Sí mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajare tranquilo al sepulcro".

Texto: Archivo Histórico de Miraflores

Foto: Heidi Vielma