Venezuela derrota nuevamente a Estados Unidos en la OEA
La resolución obtuvo 19 votos a favor, 11 abstenciones y 4 en contra, repitiendo la misma correlación de fuerzas del mes de febrero
El organismo multilateral autoriza una intervención militar en contra de la Patria de Bolívar
Prensa Mppdpsgg (Ingrid Carvajal Arroyo/ 05.06.18).- La República Bolivariana de Venezuela logró derrotar nuevamente al gobierno de los Estados Unidos en el seno de la Organización de los Estados Americanos, OEA, en su intento de suspender al país latinoamericano, al no alcanzar la votación requerida para aprobar una resolución, por demás ilegal e injerencista, que atenta contra el futuro de la democracia y el derecho a la autodeterminación de los pueblos del continente.
Durante dos días el gobierno de los Estados Unidos dirigió toda su batería diplomática a lograr el objetivo de arremeter en contra de la soberanía venezolana, durante la XLVIII Asamblea General de la OEA, en Washignton, tanto así que el mismo secretario de Estado, Mike Pompeo, el pasado 7 de mayo, se hizo presente en el organismo para aumentar el apoyo de los países miembros a la suspensión de Venezuela de la OEA, propuesta que fue copatrocinada por las misiones permanentes de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, México, Perú, Costa Rica, Paraguay y Guatemala.
La resolución obtuvo 19 votos a favor, 11 abstenciones y 4 en contra, repitiendo la misma correlación de fuerzas del mes de febrero, cuando resolución de por medio, instaron al Estado venezolano a suspender las elecciones presidenciales, previstas para el 20 de mayo.
El lobby estadounidense del evento anual fue inusual y extraordinario, signado por las presiones públicas y encubiertas de los funcionarios de la delegación del gobierno de Donald Trump contra países del Caribe y por la agresividad de las naciones conformadas por el Grupo de Lima, creado para acosar a la Patria de Bolívar, en contra de las instituciones venezolanas.
Las maniobras diplomáticas permitieron que un receso de tres minutos se postergara por más de tres horas, para que la presidencia cambiara "las reglas de juego", según denunció la embajadora venezolana ante la OEA, Carmen Luisa Velásquez, quien calificó como "amañada la solución dada por el organismo internacional, luego de que la propuesta no fuera consultada con suficientes delegaciones".
Además, indicó: "Se protestó, pedimos las grabaciones y fue imposible que las colocarán". De hecho, la agenda protocolar tuvo que saltarse el orden, a la espera de los últimos toques técnicos que daba Estados Unidos a las delegaciones de diversos países, para alcanzar la cifra esperada de al menos 24 votos a favor de la resolución. Así pasaron a votar cargos vacantes de órganos, organismos y entidades de la OEA, reforma estatutarias administrativas, entre otras menudencias.
Estados Unidos aun presionaba al momento de votar
Pasadas las ocho de la noche de este martes, llegó a la recta final la votación del proyecto de resolución sobre la situación de Venezuela, marcada con el documento número 7.
Tras la participación del Informe de la relatora, el, canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, quien fue propuesto por Estados Unidos y Perú para presidir la 48ª Asamblea, indicó que las delegaciones de Antigua y Barbuda y Bolivia habían presentado propuestas de enmiendas y de seguidas, espetó: "entiendo que los Estados miembros no han podido concluir las deliberaciones sobre este proyecto de resolución", y pasó a darle la palabra a las delegaciones que presentaron las enmiendas para que expresarán su parecer sobre las mismas.
El embajador de Antigua y Barbuda en su derecho de palabra reiteró que se uniría a las enmiendas presentadas. "Hemos llegado a este proceso con manos libres y libertad. Consideramos que es inapropiado que la Comisión General no dio la consideración a nuestra presentación y encontró como desafortunado que los cancilleres en estos momentos la vean por primera vez, en especial las recomendaciones sobre la enmienda. También deseamos indicar nuestra posición con relación al hecho de que no recibimos la resolución solo hasta el día de ayer. De manera que queríamos hacer una contribución significativa hacia una solución a esta situación. Es por esta razón que estamos decepcionados de ver que nuestros intentos de traer unas posiciones fueron desconsideradas de esa manera. Retiramos las enmiendas y vamos a poner una nota al pie de página", explicó Gastón Browne, jefe de la isla antillana.
Así se abrió un compás de puntos de orden y derechos de palabras, para mostrar al mundo que la OEA cuya gerencia lleva Luis Almagro es un desorden insólito: a minutos de votar la fulana resolución varias delegaciones de estados miembros empezaron a señalar que les faltaban documentos, entre ellos, la número siete. La experiencia recordaba al maestro de aula quien no calculó el número de estudiantes a la hora de sacar las copias del examen.
Así, entre la solicitud expresa de Paraguay de aparecer en el documento contra Venezuela como país copatrocinante de la propuesta, además, de Guatemala y Costa Rica, tocó el turno al canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni, quien señaló que al observar la resolución en su conjunto no les correspondía debatir la enmienda. Por lo tanto retiraron la enmienda.
Inaceptable ayudar a Venezuela y aplicar sanciones unilaterales
Al llegar a la tan esperada votación, nuevamente Bolivia solicitó un derecho de palabra y Huanacuni habló: "El día de ayer hemos seguido con atención las diferentes presentaciones de las delegaciones con el máximo respeto y amplio sentido democrático. Compartimos algunos de los planteamientos realizados, así también diferimos con otros. Desde la cultura ancestral, desde las culturas indígenas partimos del respeto a las diferencias. Consideramos que la diversidad y pluralidad que nos caracteriza es nuestra mayor riqueza, por ello confiamos en el diálogo sincero y respetuoso que entendemos debe ser la forma de conducta de nuestra Asamblea en la Organización de Estados Americanos, porque cada una de las autoridades aquí presentes no lo hacen a título personal sino en representación de nuestros pueblos que merecen todo nuestro reconocimiento y sobre todo el respeto profundo".
El canciller de Bolivia expresó preocupación "porque pareciera que parte de la oscura historia Latinoamericana se ha olvidado o es que se la quiere borrar. Mi país aún siente el profundo dolor causado por las dictaduras de los años 70, dirigidas por dictámenes externos que respondían a estrategias reacciónales, como ejemplo, el Plan Condor, que cegó muchas vidas y destruyó los derechos y libertades fundamentales de nuestros pueblos", precisó.
La delegación boliviana lamentó que el tema fuese debatido en la plenaria de la Asamblea sin la anuencia de Venezuela y que además, se realizara la propuesta de una resolución en contra de la voluntad de la República Bolivariana. ?Bolivia no acompañará la resolución que se propone en esta plenaria porque la misma contraviene los principios fundamentales del Derecho Internacional de respeto a la soberanía de los estados y a la no intervención en asuntos internos?, puntualizó.
Luego de abogar para que se impusiera el diálogo entre los actores venezolanos, por cuanto ?es el único camino que llevará a soluciones duraderas para resolver sus dificultades internas, que sean los mismos venezolanos, en este caso, quienes deben dialogar y buscar las mejores soluciones para su pueblo?, precisó: ?Resulta inaceptable que bajo el supuesto de ayudar a Venezuela los países hermanos apliquen sanciones unilaterales que solo afectan a los sectores más necesitados del pueblo venezolano, restringiendo su acceso a medicamentos y alimentos, entre otras necesidades. Invitamos a los países que ponen sanciones unilaterales a reflexionar sobre el daño que le produce al pueblo venezolano. Según datos públicos la imposibilidad de realizar transacciones financieras, postergó la campaña de vacunación por más de cuatro meses, ¿Cuántas vidas se están poniendo en riesgo a causa de estas sanciones?, preguntó a los presentes.
Bolivia manifestó: "Rechazamos el intervencionismo continuado y la desestabilización golpista organizada contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro legítimamente elegido por el hermano pueblo de Venezuela. Hemos demostrado que todas las resoluciones intervencionistas solamente han agravado el conflicto y no han contribuido a la solución. Los países hermanos frente a esta situación no podemos seguir siendo parte del conflicto sino que tenemos el deber, tenemos la responsabilidad de contribuir a una solución acordada por los mismos venezolanos".
Además, agregó: "Expresamos nuestros derechos a los Informes de la Secretaría General de la OEA, expertos y Comisiones extraterritoriales que no cuentan con el más mínimo respeto a la institucionalidad y socaban los más altos principios por los cuales nació la Organización".
Finalmente concluyó: "Queremos dejar claro y establecido que no pueden constituirse en bien hechas, resoluciones que nacen de la ilegalidad al margen de prácticas democráticas. Las cartas de las normas de la organización, como lo es la resolución del 3 de abril de2017. Todo aquello que nazca de dicha resolución estará viciado por el mismo carácter de la ilegalidad. Por todo lo mencionado Bolivia rechaza la resolución presentada".
La OEA autoriza una intervención militar en Venezuela
El canciller de Antigua y Barbuda, Gastón Browne, dejó claro que la aprobación de la Resolución constituía una invitación directa de la OEA para una intervención "incluyendo la militar" en los asuntos de Venezuela, razón por la cual solicitó a los estados miembros considerar seriamente la implicaciones de esas acciones.
"En paralelo de estas resoluciones en la historia que han autorizado la invasión de Irak, son las más difíciles de ignorar en 2003, casi los mismos argumentos que escuchamos ayer de que se había agotado las opciones del diálogo (?) hoy tenemos una resolución que nuevamente le pide a los estados miembros que se implementen medidas que se consideran apropiadas no para restablecer la paz y la seguridad ni el orden democrático", expresó al referirse a el párrafo 10 del documento que solicita la aplicación de la Carta Democrática, que incluye la frase "en estricto apego al texto y espíritu de la Carta Democrática Interamericana", dejando de lado el hecho que el precitado documento se refiere a una alteración anticonstitucional de un régimen, que es diferente a la ?alteración del orden constitucional? que refiere la Resolución 7.
Además, expresó su preocupación por que el documento no solicita el consentimiento de Venezuela sino todo lo contrario, pide a los estados miembros que apliquen medidas de acuerdo al marco legal de cada país y no de acuerdo con el marco constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. "Es un precedente muy peligroso pedirle a los países que actúen de conformidad a su propia ley y no del país donde quieren actuar".
El canciller de Antigua y Barbado consideró que no existía una base empírica para determinar la ilegalidad de las elecciones presidenciales, en especial si se consideraba que al proceso electoral asistió una delegación de varios países de El Caribe, quienes dijeron que se había reflejado la voluntad del pueblo. "Simplemente no tenemos la prueba de ello y es un precedente peligroso proseguir con esta resolución", puntualizó al reconocer que la resolución va mucho más allá y es una invitación para invadir e intervenir en los asuntos de Venezuela en contra del mandato de la Carta.
La votación nominal
A solicitud del canciller venezolano, Jorge Arreaza, se procedió a realizar la votación nominal, iniciando por República Dominicana, quien votó a favor de la resolución injerencista. Al final solo consiguieron 19 votos de los 24 exigidos por el Imperio, con lo cual no lograron el objetivo de suspender a Venezuela de la OEA, de la que por cierto desde 2017 se había retirado voluntariamente por promover la intervención y la injerencia. 4 votos en contra y 11 abstenciones mostraron al mundo que pese a las presiones ejercidas por el Imperio existen naciones en Latinoamérica y El Caribe que no se doblegan y luchan por la independencia y autodeterminación de sus pueblos.
Foto: Cancillería